Dos madres que se arriesgaron con su negocio. Nadia empezó con 50 soles y un horno regalado, y Karen se levanta a las 5 a.m. para empujar su juguería. Dos ejemplos que inspiran.

Hace 6 años, Nadia Hernández estaba en cero y Karen Morán se buscaba la vida en diversos trabajos de Lima. Ambas son de Pisco, Ica. Nadia vive en el distrito Túpac Amaru Inca y Karen en Independencia. Pero algo tienen en común: asistieron al programa Pisco Emprendedor de Camisea y su vida cambió, tomó otros rumbos y ahora tienen pujantes negocios que sostienen a sus familias.

En el Día de la Mujer 2020, las historias de estas mujeres humildes de Pisco son motivadoras. A Nadia Hernández le gustaba preparar alfajores. Así que decidió poner un negocio. Empezó con 50 soles que le prestó a su madre. “Después se los devolví”, sonríe. Luego un tío le regaló un horno eléctrico. Sus postres salían bien, “olían rico”, cuenta. “Yo tenía ganas de poner un negocio; vendía en el Poder Judicial de Pisco”, dice.

En aquel tiempo, Nadia no tenía idea sobre administrar un negocio de pastelería, pero usó sus estudios en administración y alguien le contó de un programa llamado Pisco Emprendedor. Postuló, ganó el Capital Semilla -1500 soles- y aprovechó las charlas, ferias y capacitaciones sobre costos, precios, marketing y mano de obra. “Nos enseñaron y ayudaron a ser conocidos”, añade. Así surgió ´Dulcemanía`.

“Empezamos haciendo empanadas. Ahora, ya capacitados, hacemos tortas personalizadas y podemos hacer panetones o turrones, dependiendo el año. Atendemos de lunes a viernes, todos los meses. Estamos en un local propio. A la semana podemos hacer 10 a 12 tortas grandes para vitrina. Los pedidos personalizados son los más pedidos”, cuenta. Ella recibe el apoyo de su esposo y de su pequeña hija.

Durante los mismos años, el empeño de Karen Morán, una madre de dos niñas en el distrito de Independencia, la llevó a replantear su vida y arriesgarse en un negocio. Primero aprovechó el puesto de su madre en el viejo mercado de su ciudad. Una amiga le avisó de Pisco Emprendedor y se acercó. No tenía qué perder. “Me incentivaron a promover mi juguería, y me otorgaron 1,500 soles del capital semilla”.

“Antes yo trabajaba de todo en lo que podía en Lima, hasta Argentina me fui, buscándome la vida, porque mi papá y mi mamá no podían darme estudio”, narra Karen, sin avergonzarse. Más bien, se pone contenta, porque llegan clientes y ella los atiende rápidamante. “Yo me levanto a las 5 de la mañana. Preparo las cosas en mi casa, que está más abajito del mercado. Duermo pocas horas”, suspira.

“En la capacitaciones y talleres del programa Pisco Emprendedor me enseñaron la economía, la inversión; a no hacer por hacer las cosas, sin perder el capital. Enseñan repostería, todo para innovar. Ahora, de lunes a viernes, puedo sacar hasta 130 soles vendiendo jugos y ensaladas. Los días que más se vende son los sábados y domingos, hasta 150 soles”. Karen explica su negocio. Su hija mayor le pasa las papayas peladas por su esposo, que trabaja en construcción. Al final, cuando los clientes están degustando sus pedidos, ella repara en su sueño:

  • Mi sueño es tener una cadena de juguerías. Innovar en más cosas.

Pisco Emprendedor es un proyecto impulsado por Camisea, operado por Pluspetrol, con fondos del Compromiso Marco, que destina 100 millones de soles a programas de desarrollo social.