Programas de medio ambiente

En el Día Mundial de los Océanos, Pluspetrol presentó el primer track musical creado a partir de más de 100 sonidos del mar ubicado en la Reserva Nacional de Paracas (RNP), y estará disponible en diversas plataformas digitales de modo gratuito para disfrutarlo, acercarse a la naturaleza, impulsar la creatividad de los músicos, DJ’s, público en general y tomar conciencia del cuidado del medio ambiente. 

Esta innovadora y genuina iniciativa social y cultural busca concientizar a la población sobre la importancia del cuidado de los océanos y de reconocer su trascendencia para todas las especies, porque representan el principal pulmón del planeta y son los responsables de generar gran parte del oxígeno del mundo. 

Para la elaboración de la pieza musical se grabó cuidadosamente el sonido del mar, las olas, el canto de las aves, el golpe del agua en las piedras, el silbido del viento y muchas más resonancias que nos transportan a la naturaleza viva de la RNP, donde Camisea también impulsa diferentes iniciativas científicas y sociales como el Programa de Monitoreo Ambiental Marino Costero (PMAMC). 

El track podrá escucharse en las redes sociales, como Instagram, Youtube y Facebook, de Pluspetrol, operador de Camisea, generando así una iniciativa de creatividad para impulsar el cuidado del medio ambiente, sobre todo de los oceános, que son fuente económica, social y turística para el Perú. 

Camisea realiza una serie de esfuerzos por preservar el mar de Paracas. Una de sus iniciativas es el Programa de Monitoreo Marino Costero, que lleva un control preciso y ordenado sobre la biodiversidad en esta parte del océano peruano. Se trata del área de la Reserva Nacional de Paracas, donde habitan más de 1,500 especies de animales y plantas.

“Las playas deben mantenerse limpias, como se ven ahora, para continuar con la preservación de la biodiversidad y nosotros complementar con la investigación, que a largo plazo impactará en el turismo y la economía, al saber qué especies vienen por aquí y cuáles se podrían pescar para consumo humano”, indicaron los especialistas del Programa de Monitoreo Marino Costero de Camisea.

Por ejemplo, uno de los últimos reportes del programa se refiere a la existencia de más de 19 especies de ballenas en las cercanías de la bahía de Paracas, y que se pueden apreciar en determinadas fechas del año. Paracas, un puerto hermoso, queda a solo 3 o 4 horas en vehículo desde Lima. Lo increíble de esta zona costera es el registro de hasta cinco de las sieteespecies de tortugas marinas que existen en todo el planeta. Un lujo para todos los peruanos. 

“En esta área natural hay delfines nariz de botella, reptiles y distintos tipos de moluscos, erizos y microorganismos como el plancton. Las ballenas son los mamíferos marinos más diversos en esta zona de Pisco, aunque son los menos conocidos”, sostienen los investigadores.

 La Amazonía de Cusco es una extensa y rica zona donde la vida se respira y en cada paso se aprecian innumerables especies de flora y fauna, por eso, en el marco del Día Internacional de la Tierra, Camisea presentó videos inéditos del Jaguar, el felino más grande de Latinoamérica, un bello animal que se monitorea y registra en este territorio gracias al Programa de Monitoreo de la Biodiversidad (PMB). 

El material audiovisual se obtuvo gracias a cámaras trampa que colocan los especialistas del PMB de Camisea, luego de un exhaustivo trabajo de seguimiento por los intrincados caminos, arboledas, ríos y piedras de estos hábitats selváticos de esta región cusqueña, el famoso Bajo Urubamba, uno de los hotspots de biodiversidad más importantes del planeta.  

El Jaguar habita en la selva del Cusco. Cuando los trabajadores del PMB lograron captarlo, se sorprendieron por su tamaño. Este animal puede llegar a pesar 130 kilos y medir hasta 1.80 metros; es un cazador que, a diferencia de otros felinos, no le teme al agua para perseguir a sus presas. Toda información, fotografías o videos pueden verse gratuitamente en www.pmb.pe.

El Jaguar es una de las 2,200 especies de flora y fauna que Camisea registra desde el 2004, cuando empezó operaciones. También identificó al tapir, o sachavaca (tapirus terrestris), que, según el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), tiene una relevancia cultural, biológica y económica desde el Perú precolombino. 

Los especialistas del PMB indicaron que este trabajo de monitoreo no sería posible sin el apoyo, colaboración y alianzas de conocimiento que hacen con las comunidades nativas yines o matsigenkas del Bajo Urubamba, que conocen la zona y complementan la información con nombres en su lengua y guías por caminos entre la densidad del bosque amazónico. 

Los Premios Latinoamérica Verde (Guayaquil, Ecuador), el festival de sostenibilidad más importante de la región, reconoció al proyecto “Eficiencia Energética: Reducción de emisiones de CO2 en la Planta de Gas Malvinas” de Pluspetrol, operador de Camisea, como una de las 500 mejores iniciativas socioambientales de América Latina, de un total de más de 2,500 buenas prácticas participantes, provenientes de 30 países.

Esta iniciativa que se ejecuta desde el año 2012, se ubicó en el ranking de “Los 500 mejores” así como en el puesto 16 dentro de la categoría Energía Limpia. 

El proyecto permite una reducción de emisión anual de 51,000 toneladas de Gases de Efecto Invernadero (GEI), gracias a la aplicación de una tecnología que permite la recuperación del calor residual de gases de combustión de dos turbocompresores que se usan en el proceso de producción del Gas Natural de Camisea, evitando así las emisiones por la quema de gas en dos hornos que hubieran sido necesarios en ausencia del proyecto implementado en la Planta Malvinas, ubicada en la zona del Bajo Urubamba, Amazonía de Cusco (distrito Megantoni, provincia La Convención).

En los últimos ocho años esta importante práctica ha permitido la reducción de más de 310,000 toneladas de GEI, lo que equivale a plantar 851,000 árboles en una ciudad. El proyecto está inserto dentro de la estrategia de Economía Circular de Pluspetrol al realizarse un uso adecuado de los recursos en la Planta de Gas Malvinas.

Esta iniciativa, que se desarrolló con una inversión de US$ 6.2 millones de dólares, es el único proyecto de esta naturaleza acreditado por el sector hidrocarburos de Perú y de América Latina, estando registrado en el Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y siendo validado por el Ministerio del Ambiente, formando parte de las 34 iniciativas privadas para la mitigación de cambio climático a nivel nacional.  

Además, al ser parte del marco del Mecanismo de Desarrollo Limpio de Naciones Unidas, permite la transacción de las reducciones de emisiones como bonos de carbono. En 2020, Pluspetrol realizó el primer acuerdo de venta de bonos de carbono en el mercado voluntario.  Los ingresos que se logren de esta transacción se destinarán en parte para desarrollar iniciativas de empoderamiento de las comunidades de las etnias Matsiguenka y Yine, ubicadas en el área de influencia del Gas de Camisea en relación a acciones de mitigación y adaptación ante el cambio climático.

El proyecto contribuye con el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París, que busca reducir las emisiones de gases efecto invernadero. Un informe de Macroconsult indicó que, en los últimos 15 años, Perú evitó la emisión de más de 64 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) que equivalen a la conservación de 166 mil hectáreas de bosques húmedos en la Amazonía, gracias a la incorporación del gas natural de Camisea en la matriz energética.

La iniciativa de eficiencia energética contribuye directamente al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 7 (Energía Asequible y no contaminante) y 13 (Acción por el clima), así como a los ODS 3 (Salud y Bienestar), 9 (Industria, innovación e infraestructura), 12 (Producción y consumo responsable) y 15 (Vida de ecosistemas terrestres).

La primera estación de gas natural vehicular de Cusco comenzó a operar en el distrito de San Jerónimo, permitiendo que el gas de Camisea beneficie a su región de origen con un combustible más barato y saludable, gracias al convenio suscrito entre el Consorcio Camisea y el Gobierno Regional del Cusco.

En la ciudad, a la fecha, existen 120 vehículos convertidos para que funcionen a gas natural y se estima que al cierre de año se adecúen un total de 1500 automóviles, facilitando que más cusqueños accedan al combustible que es en promedio 56% más económico que la gasolina y 45% más barato que el diésel.

Considerado el más limpio de los combustibles fósiles, el gas natural entregará también beneficios ambientales a la ciudad, porque su combustión produce menor cantidad de emisiones de gases efecto invernadero que contaminan el ambiente. Según estimaciones de la consultora Macroconsult, el gas natural de Camisea generó ahorros de 64.3 millones de toneladas de dióxido de carbono entre el 2004 y 2019, que equivalen a la conservación de 166 mil hectáreas de bosques húmedos amazónicos.

Frente a otros combustibles, el gas natural contribuye a tener un aire más limpio y saludable, porque disminuye entre un 40% y un 60% las emisiones de compuestos químicos y casi completamente las partículas en suspensión y el dióxido de azufre, principales causantes de los problemas respiratorios.

La puesta en marcha de la primera estación de GNV en el distrito de San Jerónimo representa un importante paso para la masificación del gas natural en Cusco, donde también se construirán otros dos gasocentros en Cusco y Quillabamba, gracias al convenio suscrito por el Consorcio Camisea y el GORE Cusco, que demanda una inversión de USD 1.9 millones de dólares dispuesta por el Consorcio Camisea. 

Se estima que la nueva estación GNV dispensará más de 2.5 millones de m3 de gas natural en el primer año de funcionamiento, generando ahorros importantes para la economía de la región. 

La inauguración del segundo gasocentro de Cusco está programado para setiembre del presente; mientras que se espera que la estación GNV de Quillabamba esté operativa en enero de 2022.

En la selva de Cusco no solo habitan animales hermosos como el jaguar, el tapir y diversidad de mamíferos, sino también insectos que, pese a ser pequeños, son muy respetados entre los habitantes del Bajo Urubamaba, como la isula, una hormiga cazadora que puede medir más de 3 centímetros y tiene una mordida muy temida por el dolor que causa, según informes del Programa de Monitoreo de la Biodiversidad (PMB) de Camisea.  

“La isula, que habita en el Bajo Urubamba, es una de las especies más grandes de hormigas, son cazadoras solitarias e inyectan el veneno de su aguijón a insectos incluso más grandes que ellas”, indicó un reporte del PMB, cuya web https://pmb.pe/ alberga más información y datos de la Amazonía. De acuerdo con otros testimonios, la picadura de la isula puede causar incluso reacciones alérgicas en las personas. 

En el Bajo Urubamba de Cusco, el PMB de Camisea presenta un modelo único de monitoreo, preservación y registro de la biodiversidad, y cuida de ese modo uno de los hotspots de biodiversidad más ricos del mundo, que son lugares donde hay gran concentración de especies. Además, contribuyó con la identificación de 9 nuevas especies para la ciencia, la documentación de 2,200 terrestres y acuáticas, y el registro de 700 nombres de especies en lengua matsigenka, junto con sus denominaciones científicas.

La isula también está presente en la literatura e historias milenarias de las comunidades nativas que habitan el Bajo Urubamba. Por ejemplo, el relato “Tsla y los Muchkajines”, incluido en el “Libro de Nuestra Selva” editado por Pluspetrol, narra sobre la isula, caracterizada por su gran tamaño. Según el cuento, de origen Yine, la isula se convirtió en mujer, se casó con un hombre que antes fue un escarabajo, se enamoraron y quedó embarazada de trillizos. 

El PMB registró en los últimos años distintas variedades de insectos, donde destacan los lepidópteros nocturnos, himenópteros (abejas), dípteros, scarabaeidae (escarabajos) y formicidae (hormigas). Estos animales juegan un importante rol en el ecosistema: son descomponedores, consumidores, predadores y parásitos.

En el Día de la Educación Ambiental, 10 mil alumnos y profesores de Pisco celebran el cuidado del ecosistema con sus trabajos de fabricación de juguetes, teatrines, títeres y murales con material reciclado, gracias al Programa de Educación Ambiental (PEA) impulsado por la UGEL y Camisea en Pisco, que permitió incorporar en el leguaje de los más pequeños palabras como “cuidado, respeto y conservación” del entorno.

Cada 26 de enero, desde el 2002, se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, que tiene como propósito fundamental lograr que las personas comprendan la naturaleza compleja del medio ambiente y adquieran los conocimientos, valores y habilidades para participar de forma responsable en la prevención y solución de los problemas del ecosistema.

En Pisco, el PEA impacta a 10 mil estudiantes de 65 centros educativos, cifra que representa el 55% de los alumnos de colegios públicos de toda la provincia. El objetivo del programa, implementado gracias a una alianza liderada por la UGEL y Camisea, es promover la conservación ambiental y el respeto por los recursos naturales a través de los más pequeños de la localidad.

El Programa de Educación Ambiental presenta un enfoque basado en la capacitación de profesores para el diseño de clases y actividades dirigidas a construir la conciencia ambiental en los más pequeños, desarrollando actividades que involucran a las familias y que amplifican su alcance.

En junio de 2020, tres colegios de Pisco fueron reconocidos por el Ministerio de Educación (MINEDU) por sus actividades de educación ambiental. Varios estudiantes de inicial, primaria y secundaria mostraron virtualmente, por ejemplo, su ingenio para fabricar porta lapiceros y hasta un robot de cartón y plástico. 

Para la directora Mirian Huasasquiche, de la I.E. José de la Torre Ugarte, el trabajo de educación y cuidado de ecosistema impulsa un compromiso con el medioambiente. Otra docente de Pisco que se beneficia con el PEA, Primitiva Mercedes, repite la frase que le dice a sus alumnos: “Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo hoy todavía plantaría un árbol”.

Más de 14.5 millones de individuos de aves agrupadas en 148 especies, además de lobos marinos, insectos, fitoplancton y diversidad de flora fueron registrados gracias al Programa de Monitoreo Marino Costero (PMMC) de Camisea en Pisco, según un informe del consorcio presentado en un taller virtual dirigido a promotores ambientales. 

Más de 15 estudiantes universitarios, ingenieros ambientales y representantes de la Municipalidad de San Andrés de Pisco, participaron del taller virtual organizado por Camisea, donde se detallaron los resultados alcanzados por el monitoreo de especies en la Reserva Nacional de Paracas (RNP) y reveló que la empresa entregó un aporte de S/ 185 millones en Gestión Social desde el 2004 para la provincia pisqueña. 

Especialistas explicaron que el monitoreo y control de limpieza que se sigue en la RNP con el programa de monitoreo implementado por Camisea evita, minimiza, restaura o compensa algún impacto ambiental en la bahía de Paracas, mediante mapas de sostenibilidad, gestión integral de residuos, registro de la calidad de aire o agua, y el monitoreo participativo con grupos de interés locales. 

Pedro Rivadeneyra, subgerente de Medio Ambiente de la Municipalidad de San Andrés, felicitó las actividades sociales y ambientales de Camisea, y resaltó que se realizan “de modo amigable”, evidenciando que no existe afectación a la diversidad de especies y permiten la producción de información científica que sirve para estudiantes y profesiones de todo el Perú.

Sobre la inversión en Gestión Social, el Consorcio informó que se suscribieron convenios de contribución, el Compromiso Marco, convenios de Apoyo Interinstitucional y convenios socio ambientales por alrededor de 185 millones de soles con la municipalidad provincial de Pisco y demás distritos, beneficiando a más de 166 mil vecinos gracias a un trabajo que se concreta gracias a las alianzas con las autoridades. 

En el taller participaron representantes de la Universidad Nacional del Callao, Universidad Alas Peruanas, Universidad Agraria La Molina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Universidad Tecnológica del Perú.

Este 25 de setiembre, la Reserva Nacional de Paracas (RNP) cumple 45 años de creación y es unas de las áreas naturales más importantes del Perú donde se preserva a 1,500 especies de aves, mamíferos, reptiles y peces, con el apoyo del Fondo Paracas de Camisea. 

La RNP tiene una belleza paisajística y biodiversidad de gran impacto. En sus 335 mil hectáreas existen 1,500 especies de animales, entre ellas: 216 de aves, 36 de mamíferos, 10 de reptiles y 168 de peces. El Fondo Paracas de Camisea dispone un monto de USD 7 millones de dólares a perpetuidad a beneficio de la reserva, y es reconocido como el primer caso donde una empresa privada en Perú financia acciones de preservación y vigilancia de un área natural protegida en favor de la ciudadanía y el Estado. 

El área que conforma esta Reserva Nacional tiene una única y hermosa variedad biológica que también sustentan el turismo hacia Paracas, dentro de la provincia de Pisco, y se ubica a unos 250 kilómetros desde Lima a través de la Panamericana Sur, es decir, a unas 3 o 4 horas en vehículo o bus.  

La RNP fue creada como área de natural protegida por el Estado peruano el 25 de setiembre de 1975. Aquí existen y se puede apreciar a las tortugas, ballenas, aves de orilla, lobos marinos, pingüinos de Humboldt, nutrias, chuitas y un sinfín de especies que Camisea cuida, registra y monitorea con sus especialistas, invirtiendo más de S/ 36 millones desde hace 17 años. 

Los investigadores del Programa de Monitoreo Ambiental Marino Costero de Camisea (PMC) informan que en la Reserva Nacional de Paracas existen, por ejemplo, más de 19 especies de ballenas, y 5 especies de tortugas de las siete que se encuentran en todo el planeta. La labor de preservar la biodiversidad permite el desarrollo sostenible de actividades como el turismo, la pesca, la maricultura y la investigación científica. 

Según los estudios de Camisea la variedad del ecosistema de la RNP se debe a la temperatura templada del agua y al alto volumen de alimento, que convive de forma armoniosa con la actividad pesquera que se desarrolla en Pisco, tan importante para el sustento de la región. 

A lo largo de la Reserva Nacional de Paracas, el Programa de Monitoreo de Camisea impacta en beneficio de la vida silvestre y pescadores, porque registra, estudia y detalla el comportamiento de los animales en tierra y mar, como, por ejemplo: los delfines nariz de botella, reptiles y distintos tipos de moluscos, erizos y microorganismos como el plancton. 

El cambio de la matriz energética del país, la generación de nuevos proyectos e inversiones y regalías concedidas las Estado por un valor USD 10,450 millones de dólares son los principales aportes de Camisea, una de las reservas de gas natural más importantes de América Latina que este mes cumple 16 años desde el inicio de sus operaciones.

 La explotación de Camisea, ubicada en el corazón de la Amazonía de Cusco, exactamente en la cuenca baja del río Urubamba, es considerada una fuente de energía limpia, menos contaminante y con menor contenido de carbono que los demás combustibles fósiles, que, además, entregó al país, en los últimos 16 años, regalías por un monto que representa cerca del 0.5% del PBI nacional. 

El gas natural permitió reemplazar combustibles más costosos que hubieran significado un freno para el desarrollo. El beneficio más palpable para la población es el ahorro de la generación de electricidad que beneficia a todos los peruanos, considerando que el 40% de la energía eléctrica del Perú se genera en base al gas natural de Camisea, que es 57% más económico que la gasolina y 50% más que el diésel. 

Si bien el recurso se extrae del Bajo Urubamba, en Cusco, las labores de Camisea se extienden hasta la provincia de Pisco, en Ica, donde está la planta dedicada al fraccionamiento de líquidos de gas natural. Estas operaciones crearon en los últimos años 44 mil empleos directos e indirectos. 

La inversión en responsabilidad social es otro de los ejes de trabajo de Camisea, que, en el marco de la crisis del COVID-19, cobra más relevancia por el beneficio entregado a las comunidades ubicadas en las áreas de influencia del proyecto. Las donaciones de medicinas, víveres y equipos de salud y seguridad en Cusco, Pisco y Sepahua, para luchar contra la pandemia, se suman a los programas educativos, ambientales, las becas universitarias a estudiantes de pueblos nativos y la promoción de la cultura con proyectos de libros sobre historias milenarias de las comunidades indígenas yine y matsigenka. 

Por el aporte generado y por los estándares de excelencia operativa del proyecto, que tiene certificaciones internacionales otorgadas por cumplir con las normas de gestión ambiental y de seguridad ISO 14001 y OAHSAS 18001, Camisea representa un motor de cambio para el Perú que en los últimos 16 años generó no solo importantes ingresos, sino también una inversión conexa en industrias y otros, que se traducen en más beneficios e innovación para el país.

En estas Fiestas Patrias es importante conocer a la parihuana, una hermosa ave de alas rojas y pecho blanco que, según el cuento del famoso escritor Abraham Valdelomar, sirvió de inspiración para que José de San Martín cree la primera bandera del Perú en setiembre de 1820, cuando llegó a las costas de Pisco como parte de su campaña libertadora.

 La relevancia y belleza de la parihuana, de patas y cuellos largos y blancos, y otras especies que habitan en la Reserva Nacional de Paracas (RNP), son observadas y vigiladas por el Programa de Monitoreo Marino Costero de Camisea (PMC). Estas aves pueden medir hasta un 1.40 metros de largo y se alimentan de algas o peces.   El programa de Camisea busca preservar y vigilar la biodiversidad marina en la zona de amortiguamiento de la bahía de Paracas, y tiene una inversión que supera los S/ 36 millones de soles desde el 2003. Este cuenta con 114 estaciones que evalúan, vigilan y velan por el normal comportamiento de las condiciones de la biodiversidad en el entorno. 

Según el cuento “El sueño de San Martín”, el escritor iqueño Abraham Valdelomar narra cómo el libertador argentino llega a las costas de Pisco con su expedición militar y descansa bajo una palmera. Entonces ve en su sueño a unas aves de alas rojas y cuerpo blanco que sirvieron de inspiración para la bandera. Eran las parihuanas, que hasta hoy se pueden observar junto a más de 200 especies de aves acuáticas y guaneras en Paracas, como el piquero, el guanay o el pelícano. 

La RNP, creada por el Estado en 1975, es considerada una de las mejores zonas del Perú hacer  turismo de observación de aves o “aviturismo”. Tiene un área de 335 mil hectáreas y se puede llegar a ella desde Lima por la Panamericana Sur en unos 240 kilómetros. Sus principales atractivos son playas como Lagunillas, La Mina o la Isla Piedra Redonda.